La Comunidad de Paz de San José de Apartadó quiere nuevamente dejar constancia de amenazas que demuestran con claridad un plan de exterminio contra nuestro proceso, queremos dejar a la historia y a la humanidad estos hechos para que juzguen algún día este crimen de lesa humanidad:

–         El día 30 de octubre hacia las 11 a.m. un miembro de la comunidad recibió una llamada cuando se encontraba en Apartadó. La persona que llamaba se presentó como Eduardo Cárdenas que era de Bogotá miembro de las Autodefensas, le dijo que quería hablar personalmente pues tenía una oferta muy buena, le dijo el paramilitar que se trataba de entregar una información y un espionaje a la comunidad pues el computador que habían robado no había podido encontrar lo que buscaban y necesitaban algo urgente para poder justificar la orden que tenia de asesinar a líderes de la comunidad y acompañantes nacionales. El miembro de nuestra comunidad le dijo que no tenía que hablar nada con él, el paramilitar de nuevo le insistió y le dijo que necesitaban que trabajara para ellos que de todas formas estas personas ya estaban condenadas a muerte y que tarde o temprano lo iban a hacer y   podía ganarse fácilmente un buen dinero dándoles información para agilizar la orden que tenía. La persona de la comunidad respondió que no le interesaba eso que no   llamara más.

 Este paramilitar se enojó y le dijo al miembro de nuestra comunidad que era una obligación ayudarles que pensara en   la familia. Luego le dijo que le pasaría a otra persona para que viera que si le convenía. Pasó enseguida el señor Ovidio Cardona quien le dijo que le hiciera caso a su patrón, que mirara como le iba de bien a él, que sólo necesitaban unas informaciones y nada más. El miembro de nuestra comunidad le volvió a decir que no y colgó el celular.

Después de ello el miércoles 1 de noviembre hacia las 3 p.m. entró de nueva una llamada por ese señor Eduardo Cárdenas diciéndole que había pensado, la persona de la comunidad colgó enseguida el teléfono.

El señor Ovidio Cardona ha estado trabajando con el ejército desde el mes de diciembre de 2005, ha estado involucrado en varios asesinatos. El robo del computador fue realizado el 30 de junio de 2006 por el señor Ovidio Torres, donde entregó el computador al ejército como lo constataba el señor Elkin Tuberquia el 2 de julio de 2006. Estas dos personas también trabajan con el ejército.

Es evidente que desde hace varios meses se está planeado por parte de la fuerza pública una masacre contra los líderes y acompañantes de la comunidad, utilizando para ello a los paramilitares, quienes siguen actuando libremente asesinando en Urabá sin que ninguna autoridad nacional se pronuncie sobre ello. Así mismo ante estas amenazas evidentes se hace silencio total. Como siempre los hechos evidencian el accionar conjunto de la fuerza pública con los paramilitares y la farsa del desmonte del paramilitarismo.

Todas estas amenazas, todas estas acciones de muerte no nos harán retroceder en esa búsqueda justa de un mundo alternativo, por el contrario, seguimos con el mismo entusiasmo   en medio de las dificultades por poder edificar un mundo sin impunidad, ni muerte como la que ha sembrado el estado en nuestra tierra y en nuestra comunidad. Estos asesinos se equivocan creyendo que con su muerte nos acabarán, la memoria de nuestros mártires por el contrario nos fortalece, así lo decía Luís Eduardo Guerra al gobierno quince días antes de ser asesinado por el ejército el 21 de febrero de 2005, cuando denunciaba de igual forma las amenazas de una masacre contra la comunidad. Queremos aprovechar para agradecer la solidaridad nacional e internacional, el acompañamiento de diversas organizaciones a nuestro proceso en medio de todas esas amenazas, estas solidaridades nos fortalecen para no ceder ante la barbarie.

COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO

NOVIEMBRE 3 DE 2006