Lamentablemente los hechos siguen siendo supremamente graves, por lo que nuestro deber histórico y ético es dejar constancia nuevamente de estos sucesos. Las estructuras paramilitares continúan actuando bajo el amparo de la Fuerza Pública, su actuar de muerte cada vez se extiende más en la zona y las amenazas que anteceden dichas acciones siempre vienen  del estado, que no ahorra esfuerzos por acabarnos, uniéndose para ello desde las diversas instancias de la justicia. Los organismos de control solo son correos que se despachan y escuchan entre sí, sin hacer absolutamente nada ante la situación, mostrando indudablemente la complicidad y la ineficacia ante todo esto.

Los hechos que ponemos a la memoria de la humanidad para que juzgue es:

–      El 18 de septiembre de 2010 a las 10 horas, miembros del ejército entraron al caserío de la Resbalosa de la Comunidad de Paz, allí comenzaron a tomar fotos a la gente y a los animales de la comunidad, comenzaron a decir que las vacas que estaban allí y que pertenecían a gente de la comunidad que eran de la guerrilla, que esa comunidad era una h.p comunidad guerrillera que no descansarían hasta acabar con esa h.p. comunidad y con esos h.p líderes guerrilleros, además se burlaban diciendo que no les pasaba nada que ahí quedaba como ejemplo lo de la Masacre del 21 de febrero de 2005.

–      El 14 de agosto de 2010 hacia las 9:30 a.m. Félix Guzmán estaba en su finca cortando arroz, en la vereda Murmullo Alto cerca a la vereda Alto Joaquín espacio perteneciente a nuestra comunidad. Félix estaba trabajando sin camisa y la tenía colgado en un árbol con el agua y el almuerzo, al momento se vieron los paramilitares, que venían de Guadual contigua al corregimiento de Batata donde tienen la base. Los paramilitares llegaron a la finca lo vieron hablando con ellos y no se volvió a ver, se encuentra desaparecido, estaba en su lugar de trabajo la camisa, el almuerzo y el arroz que había cortado. Su compañera y un niño de 8 años fueron a donde los paramilitares al otro día y ellos solo se reían sin contestarle nada sobre el paradero de Félix. Después de buscarlo toda la semana ella se fue para Tierra Alta.  Félix había sido presionado por los paramilitares para que trabajaran con ellos y le pagarían $ 300.000, las presiones y amenazas venían porque lo acusaban de apoyar a la guerrilla y que por ello tenía que apoyarlos si no se moriría.

Estos hechos evidencian el actuar de muerte que busca acabarnos, no se ahorran esfuerzos por hacer reinar la injusticia y la muerte en la zona, saben que pueden hacer lo que quieran sin que puedan ser detenidos, ni existir mínimos de justicia. La impunidad del caso del 21 de febrero de 2005 (donde fueron asesinadas ocho personas) solo es uno más de los casos de impunidad en toda esta cadena de crímenes de lesa humanidad contra la comunidad, que vale para seguir actuando con esa lógica de exterminio. Pese a ello la coherencia moral de nuestra búsqueda alternativa nos lleva a decir no a esta conciencia de la muerte, y a pesar de todo ello seguir con más firmeza caminando en la coherencia de la vida, exigencia ética para una sociedad que busca la justicia. Acudimos a esa solidaridad nacional e internacional y que ha permitido que sigamos resintiendo civilmente en nuestro caminar.

COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO

Septiembre 22 de 2010