En los últimos meses hemos venido dejando constancias y elevando derechos de petición, lo cual sigue demostrando la grave situación que se vive en la zona de nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó y la persistencia de la persecución contra nosotros, sin que se tomen medidas eficaces para remediar la situación.
Los organismos de control, como la Defensoría del Pueblo, han ido reduciendo su actividad a la de una agencia de correos y sus funciones de protección se reducen cada vez más a frases consignadas en la constitución que no operan frente a las víctimas.
Seguimos creyendo que no podemos ceder ante la injusticia y ante la muerte, pese a todas las mentiras y a las amenazas con que se ha querido destruir nuestra honra por los medios de comunicación. Debemos seguir caminando con la transparencia con que lo hemos hecho durante estos catorce años; no podemos callarnos ante la muerte, por el contrario, debemos seguir dejándole a la humanidad todos estos hechos para que en algún momento de la historia los victimarios sean juzgados.
Los hechos de los cuales dejamos hoy constancia, son:
– El domingo 30 de enero de 2011, en la vereda Playa Larga de San José de Apartadó, contigua a la vereda La Esperanza donde hay un asentamiento de nuestra Comunidad de Paz, nuevamente un grupo paramilitar manifestó a una familia que “esa comunidad era una h.p, comunidad guerrillera y que no descansarían hasta acabarla”.
– El miércoles 2 de febrero de 2011, hacia las 19:00 horas, en el lugar llamado Bocas de la Sucia, a 15 minutos del caserío de San José, fue asesinado en su casa WILLIAM DE JESUS DAVID HERNANDEZ, de 58 años. Un hombre vestido de traje oscuro llegó y le disparó, asesinándolo en su casa. Sus vecinos escucharon el tiro hacia las 19.00 horas. La comunidad, en solidaridad con su familia, acudió el 3 de febrero al lugar para verificar lo sucedido y comunicarle a la Defensoría. Nuestra solidaridad con la familia de WILLIAM.
– El mismo miércoles 2 de febrero de 2011, hacia las 17:00 horas, dos hombres armados, con trajes oscuros y en una moto, fueron a la casa de un familiar de Eduar Lanchero acompañante de nuestra comunidad, allí golpearon la puerta y decían que necesitaban a ese h.p. de Eduar. Después de estar como cinco minutos gritando lo mismo y de golpear fuertemente la puerta, se marcharon.
Estos hechos siguen demostrando claramente la continuidad de la persecución del Estado colombiano contra nuestra Comunidad de Paz. A lo largo de estos 14 años ha quedado claro que las grandes estructuras paramilitares que se mueven en cercanías de Nuevo Antioquia y se pasean frecuentemente por Playa Larga y otras veredas, tienen pleno respaldo de la fuerza pública y tolerancia de todas las demás instituciones del Estado, las cuales han recibido, sin reacción ninguna, durante décadas, las denuncias de sus crímenes. También es claro que quienes han perseguido a Eduar para matarlo, desde 1998 en adelante, han sido miembros de la fuerza pública y paramilitares a su servicio: oficiales de la Escuela de Cadetes José María Córdova y civiles armados al servicio de los Coroneles Néstor Iván Duque y Germán Rojas Díaz, así como de otros oficiales de la Brigada XVII. El Estado se ha negado a darle respuestas sinceras a la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre este caso.
Pese a todo este cúmulo de hechos, seguimos construyendo, con claridad y firmeza, nuestro futuro, inspirados y firmes en nuestros principios. No cederemos ante la muerte, por el contrario, seguiremos caminado por la vida.
COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADÓ
FEBRERO 5 DE 2011