El 21 de febrero hemos nuevamente conmemorado otro año de la masacre la cual fue realizada por ejército contra ocho personas, siete de ellos miembros de nuestra comunidad entre ellos un gran líder: Luis Eduardo Guerra. Hemos reflexionado y orado la memoria de cada uno, ellos nos siguen diciendo el camino a seguir en medio de tanta impunidad e injusticia.
Nuevamente hemos sentido el dolor de su ausencia y esto ha conllevado a seguir sintiendo ese sufrimiento contra todos los horrores que se han cometido contra miembros de nuestra comunidad y personas de la zona.
Ha sido un momento de fortalecernos en esos principios que han creído nuestros líderes y mártires de la comunidad, unos principios que nos siguen mostrando un camino de coherencia y firmeza ante un mundo que se autodestruye en la guerra, en los transgénicos, en el desplazamiento y en tantas formas de muerte.

Hemos tenido espacios para reflexionar con otras comunidades y vivenciar la memoria como algo continuo y permanente que nos da impulso para seguir caminado, a la vez el poder mirar que esta fuerza alternativa tiene que hacerse realidad en el hoy. Compartimos lo que ha sido el centro agrícola, un esfuerzo coherente con la naturaleza, con la autosuficiencia alimentaria y en contravía total a la lógica de los actores armados: fuerza pública-paramilitares y guerrilla. Desde esa apuesta por la vida es que dijimos no a los transgénicos a sus productos derivados, a los biocombustibles, los cuales se viene haciendo con el desalojo y destrucción de la biodiversidad y de comunidades enteras.

Dijimos en esos seis años que están vivos nuestros líderes, y por ello debemos colectivizar la tierra y defenderla porque es sagrada y de todos, no para destruirla sino para vivir en ella con armonía, por ello nos oponemos a ese saqueo de los recursos naturales con explotaciones de minas de carbón o hidroeléctricas amparadas en impunidad que solo generan destrucción y desplazamiento como lo que está ocurriendo ahora contra la comunidad.
Seguimos en pie y con firmeza en nuestras convicciones, , manifestando que apostamos totalmente por la vida, por principios éticos que solo defiendan la dignidad de la humanidad y la armonía de la naturaleza y pese a los continuos horrores que se siguen viviendo no retrocederemos a nuestras creencias y vivencias diarias, por ello con dolor pero con la fuerza que construimos en comunidad dejamos constancia de los siguientes hechos: 

- Entre los días 14 y 17 de febrero de 2011, en horas de la mañana, avionetas realizaron fumigaciones de Glifosato en cultivos de pan coger, agua y tierras de la comunidad en la zona de Alto Joaquín. En nuestra comunidad ningún miembro tiene coca pues es un principio de nuestro proceso, rechazamos estas fumigaciones que dañan la naturaleza y destruyen el medio ambiente con daños irreparables.

- El 2 de marzo de 2011, hacia las 8 horas, mas de 20 paramilitares hicieron presencia en el Guineo y Arenas Bajas, portando armas largas y camuflados con insignias que decían autodefensas, los paramilitares decían en cada casa de las dos veredas que la gente podía trabajar tranquilos que no iban a hacer nada, solo el objetivo era acabar con esa h.p. Comunidad de Paz, que se pusieran a sembrar coca y el que se metiera a la comunidad si se moría como le iba a pasar a esos h. p. guerrilleros de la comunidad. Los paramilitares se pasean abiertamente y descaradamente con la complacencia de la fuerza pública desde las bases de Nueva Antioquia y Batata.

- Desde el 1 de marzo de 2011, se han venido presentando combates diariamente entre el ejército y la guerrilla en diversas veredas de la zona, en Mulatos los combates han sido diariamente colocando en gran zozobra a las diversas familias de dichas veredas.

- El 7 de marzo de 2011, hacia las 11 a.m. en la vereda Naín, dos hombres de civil llegaron a la casa de Juan Reales, lo llamaron a la puerta y lo asesinaron. Los hombres se identificaron como hombres de las FARC. Juan tenía un hijo de un año y su compañera estaba esperando otro hijo, nuestra solidaridad con su familia, la cual esperamos apoyar desde nuestro sentir comunitario.

Los hechos hablan por si solos, nos enfrentamos con esa lógica de muerte que busca arrasarnos, golpeando a la población civil y que solo quiere caminos de destierro, desalojo y llanto; nuevamente nos aferramos a la verdad y la solidaridad, seguiremos construyendo eso que los actores armados odian y desean acabar: la vida, ese es un compromiso que muchos en diversas partes del mundo han asumido y que nos da la fuerza para seguir caminado, pues no avanzamos solos en este respeto integral por la dignidad humana.

COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO
Marzo 10 de 2011