«… La Comunidad le había insistido a la Defensoría del Pueblo que se tramitara el levantamiento de los cuerpos por parte de las autoridades competentes, solicitud que no fue atendida. Según la misma Defensoría, el Ejército hizo operativos en la zona y afirmó que la Comunidad estaba mintiendo, pues, según los militares, no se había dado ningún combate y no había cadáveres en la zona ni tampoco existen grupos paramilitares…»

Nuestra Comunidad de Paz decidió, en el día de ayer 11 de abril de 2011, ir a recoger los restos de dos paramilitares que habían quedado insepultos en la vereda Arenas Bajas, luego de los combates que se presentaron el viernes 1° de abril entre la guerrilla y los paramilitares.  La Comunidad le había insistido a la Defensoría del Pueblo que se tramitara el levantamiento de los cuerpos por parte de las autoridades competentes, solicitud que no fue atendida. Según la misma Defensoría, el Ejército hizo operativos en la zona y afirmó que la Comunidad estaba mintiendo, pues, según los militares, no se había dado ningún combate y no había cadáveres en la zona ni tampoco existen grupos paramilitares. Sin embargo, los pobladores de la zona habían observado cómo el pasado 2 de abril un grupo de 25 paramilitares ingresó a la zona a inspeccionar los cadáveres de sus compañeros pero no los recogieron, mientras un helicóptero militar los protegía desde el aire. Nuestra  Comunidad está ya muy acostumbrada a escuchar falsedades por parte del Ejército y de otras instituciones del Estado, por lo cual no se extraña de esta manera de mentir y ocultar la cruda realidad de los hechos.

Mucha gente que no nos conoce; que no ha caminado con nosotros, se pregunta cómo es posible que estos paramilitares que nos amenazaron; que nos conminaron muchas veces a abandonar nuestras tierras y que participaron en multitud de crímenes contra nosotros en compañía de la fuerza pública, sean ahora tratados de manera humanitaria por nosotros hasta que vayamos a recoger sus restos y a sepultarlos con un mínimo de dignidad. Dentro de los criterios del Sistema de Muerte e Inhumanidad que nos envuelve, esto no se entiende. En nuestra sociedad impera, más bien, el principio de “ojo por ojo y diente por diente”. Nuestros Presidentes incitan en sus discursos a la venganza contra la insurgencia, con lenguajes de barbarie que causan escalofrío. Pero nosotros no compartimos esos principios. Nuestra lucha por la justicia es completamente ajena y contraria a todo sentimiento de venganza. Nosotros exigimos justicia; le decimos NO a los actores armados; les exigimos respeto; no cedemos a sus exigencias; no  retrocedemos ante sus amenazas y sus actos de barbarie. Ellos ciertamente generan en nosotros  miedo e intenso dolor con sus actuaciones criminales, pero lo que nunca han logrado ni podrán lograr es generar odio en nosotros. Nuestros corazones palpitan por la Vida y jamás vibran con la Muerte. Por ello mismo, exigimos justicia, no venganza. Creemos que la dignidad de cualquier ser humano está por encima de las guerras y por ello la opción de nuestra Comunidad ha sido la de recoger los restos; sepultarlos y/o entregárselos a sus familiares.

 Al caminar en búsqueda de estos restos exponiendo con ello nuestras propias vidas, sólo quisimos mostrar que la Vida sólo tiene su plenitud y expresión en la realización de los ideales de  justicia. Nos contraponemos a los sembradores de la muerte, quienes sólo generan dolor y muerte con sus armas, aunque  nunca logran asesinar la resistencia civil, esa que construye y le da sentido a un mundo libre de opresiones, de impunidad y de injusticia.

Los cuerpos los entregamos a sus familiares, quienes nos manifestaron su gratitud y pudieron experimentar la deshumanización de un Estado que miente y juega de manera tan repugnante con el dolor de las familias luego de haber destruido la conciencia de aquellos a quienes vincularon y entrenaron en los más horrendos crímenes.

Reafirmamos nuestros principios basados en la solidaridad y seguiremos en defensa total de nuestras tierras, dejando constancia, en toda circunstancia, de la verdad, sin retroceder ni un milímetro ante las acciones de muerte de los actores armados.

 COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADÓ  

Abril 12 de 2011