De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de acudir al país y al mundo para dejar constancia de las últimas agresiones que hemos sufrido por parte de este Estado-paramilitar que cada vez revela más su talante criminal.
El paramilitarismo en nuestra región ya ha consumido la mayor parte de las conciencias de la población, y no porque el campesinado haya decidido unirse a este proyecto por su propia voluntad sino por el sometimiento forzado por estas estructuras paramilitares. Aquí nadie decide ni usa sus recursos monetarios sin antes haber pagado una vacuna; forzadamente someten a la población civil a escudarlos y a no informar de ello a las organizaciones sociales que denuncian su presencia; es claro, además, que están obligando al agricultor humilde a trabajar para ellos como informante a su favor.
Culpable es el gobierno que ha dejado que esta y otras regiones en Colombia sean sometidas por los paramilitares. Hoy las brigadas militares que tienen jurisdicción en esos lugares mantienen una alta complicidad con el paramilitarismo y esto conlleva a que estos grupos armados manejen el territorio a su antojo, coloquen sus puestos de control y sus bases permanentes donde quieren.
Ya en la zona hay muchos grupos de ladrones que son conformados por los mismos paramilitares para que hagan su trabajo de hurtos, amenazas, asesinatos y no los impliquen como paramilitares, tratando de limpiar así la imagen del Gobierno, el cual se refiere a este problema como si fuera un tema del posconflicto y cuyo origen sería la misma población civil. Tal es el cinismo de un Estado que permite con esos métodos que nuestra región siga sometida por el paramilitarismo; que no solo se cobren vacunas que superan los 300.000 (trescientos mil pesos) por semana sino que también se hayan multiplicado los informantes al servicio de la Brigada XVII y los paramilitares que ya están armados y con muy buenos radios de comunicación para informar y recibir órdenes en contra de nuestra Comunidad de Paz y de la población de la región en general.
Los últimos hechos de los cuales dejamos constancia son los siguientes:
· El sábado 26 de agosto de 2017, en horas de la mañana llegó un grupo de por lo menos 20 paramilitares a la vereda Miramar, del corregimiento de San José de Apartadó; allí interceptaron a varios pobladores a los cuales amenazaron manifestándoles: “ya ustedes nos vieron aquí, mucho cuidado con ir a informar nuestra presencia, porque no perdonamos a los sapos que hagan público que nosotros estamos aquí o que corran a informarle a la comunidad de paz para que estos nos pongan en evidencia”.
· El jueves 14 de septiembre de 2017, en horas de la tarde, llegaron a la vereda La Esperanza, del corregimiento de San José de Apartadó, varios sujetos que se identificaron como paramilitares, allí les advirtieron a los pobladores: “no queremos que dejen las casas solas porque no responderemos por lo que se les pierda, pues hay varios grupos de ladrones que están robando en las propiedades ajenas”. Nosotros, la población civil, sabemos muy bien que los verdaderos ladrones que están robando y sometiendo son los mismos paramilitares que han estado formando estos grupos para realizar los trabajos sucios y después decir que no fueron los paramilitares.
· El miércoles 20 de septiembre de 2017, hombres armados que se identificaron como paramilitares hicieron presencia el la Vereda El Porvenir del corregimiento de San José de Apartadó, allí llegaron y tomaron por varios minutos a pobladores que se encontraban sembrando maíz en sus parcelas y los interrogaron manifestando: ¿quién de los que están trabajando aquí son de la comunidad de paz?, los campesinos respondieron que ninguno era de la comunidad de paz, que sí la conocían pero que no hacían parte de ella. Después de un rato los dejaron en libertad y se internaron en la montaña.
· El jueves 21 de septiembre de 2017 fue visto un fuerte grupo de paramilitares en la vereda La Esperanza, del corregimiento de San José de Apartadó, allí se acercaron a las viviendas de los civiles a invitar a la gente para una reunión muy próxima, manifestándoles: “pues traemos muy buenos proyectos para la zona y especialmente para los jóvenes, por lo que queremos buscarlos para proponer nuestros proyectos, por ejemplo, sobre cómo trabajar para nosotros y proyectos de deportes, y poder así realizar un campeonato de futbol con ellos”.
·El Viernes 22 de Septiembre de 2017, en horas de la mañana, llegó un grupo de paramilitares a la vereda El Porvenir, del corregimiento de San José de Apartado, allí interceptaron a varios pobladores para manifestarles las mismas ideas sobre los mismos proyectos que ya el día anterior habían expuesto en la vereda La Esperanza. Luego se instalaron y permanecen aún en un puesto de control para quedarse allí por meses, sin ser molestados por la fuerza pública. Es claro, que el avance paramilitar por la veredas es cada vez es más evidente, pues tanto militares como civiles informantes están interceptando a la población civil que está fuera del conflicto armado, para amenazarla y someterla al individualismo, buscando ser una zona más vulnerable y débil a favor de los megaproyectos que tiene el Estado sobre la explotación minera por medio de empresas extranjeras.
· El martes 26 de septiembre de 2017, en horas de la tarde un grupo de paramilitares que viene haciendo presencia en la vereda La Esperanza del corregimiento de San José de Apartadó, entraron sin permiso a un establecimiento de billares y ventas de refrescos y se tomaron el lugar; allí usaron los billares y tiraron todo como si fueran los dueños de este espacio; todo esto creó un pánico en algunas familias que tuvieron que irse a dormir a otro lugar, lejos de la presencia de estos hombres armados, en este lugar permanecieron por varias horas de la noche, después se retiraron.
El sometimiento a nuestra población nunca ha cesado; de una u otra manera los paramilitares, con el apoyo de los gobiernos locales y nacionales, busca someter a los campesinos. Se han basado en las amenazas de obligar a la juventud a trabajar para ellos y a cambio les realizan campeonatos de futbol o les ofrecen sumas de dinero para que los tengan bastante informados y para que realicen trabajos sucios para ellos.
En los últimos días se ha notado que ya hay muchas personas que están trabajando para el paramilitarismo, pues están cargando consigo radios de comunicación de uso privativo y portando armas cortas; se han dejado descubrir de los demás campesinos porque la población civil nunca ha estado enseñada a portar materiales de guerra; los vinculados a esas labores piensan que es lo mejor que están haciendo, aparentan ante los demás o intimidan a la gente dentro del mismo territorio.
Nuevamente agradecemos a todas la diferentes personas y organizaciones, nacionales e internacionales, que nos han apoyado política y moralmente con sus fuertes voces de ánimo, y los invitamos para que nunca paren de enfrentar con sus comunicados y cartas a este Estado sordo al que nunca le ha importado la vida del campesino.
Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Septiembre 30 de 2017