Estimado señor presidente
Estimada y querida Comunidad de Paz
Es un gran honor y alegría para la red flamenca estar presentes en este momento histórico para la Comunidad de Paz.
En nuestra red están comprometidos la provincia de Amberes aquí presente con la diputada de gestión global Jinnih Beels, con la coordinadora de gestión Liesbeth Andries y con la secretaria de gabinetes Sáhara, los ayuntamientos, y la unidad pastoral de 14 parroquias de nuestra región.
Es un momento de conmemorar todas las víctimas asesinadas y desaparecidas de la comunidad ya que hacer memoria es compromiso con el futuro, es también la oportunidad para agradecer a todas las personas y organizaciones que han contribuido a la supervivencia de la comunidad;
En primer lugar, las personas que han hecho las constancias históricas y el padre Javier Giraldo que ha documentado todas las violencias en contra de la comunidad, en sus derechos de petición y en sus libros, a las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, como derechos humanos Colombia y amnistía internacional. Esta documentación hace oír muy alto a los que no son escuchados y han hecho posible convencer gobiernos locales de firmar alianzas por La Paz.
Quiero agradecer a las personas de la comisión de Justicia y Paz que han vivido en la comunidad, las hermanas y sobre todo Eduard Lanchero, muerto sin ver la Tierra prometida.
Es el momento de agradecer a los brigadistas de paz, las palomas, PBI, y For, la comunidad de Tamera, también a Rubén Pardo, con sus foros internacionales de no violencia.
Quiero agradecer a las embajadas comprometidas con La Paz y con la defensa y promoción de los derechos humanos y, finalmente es el momento de agradecer al señor presidente por el cambio en la agencia nacional de defensa jurídica del estado hacia un reconocimiento de las responsabilidades del estado.
Esperamos que con nuestra diplomacia ciudadana hemos podido contribuir un granito de arena al proceso de paz de la comunidad.
Querida comunidad, admiramos su solidaridad y su vida comunitario en tiempos de individualismo. Admiramos su opción por La Paz, por la no violencia en el momento y la urgencia del nunca más, que era después de la segunda guerra mundial se perdió, seguimos caminando y luchando con la comunidad.
Gracias