Nuevamente nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve obligada a dejar constancia ante la humanidad de los hechos que ponen en evidencia la connivencia entre instituciones cómplices del Estado y estructuras paramilitares criminales, las cuales amedrentan, siembran zozobra y terror contra nuestra comunidad y la población civil del entorno. Los últimos hechos son los siguientes:
El viernes 8 de febrero de 2013, hacia las 20:30 horas, se presentó un enfrentamiento armado en el centro urbano de San José. Nuevamente la población civil fue colocada como escudo por los actores armados, gracias a que el Gobierno se ha negado tozudamente a acatar las normas emitidas por la Corte Constitucional en su Sentencia T-1206/01 que prohíbe instalar puestos de policía o bases militares en medio de la población civil.
El domingo 10 de febrero de 2013, hacia las 7:25 horas, nuevamente se escucharon disparos y detonaciones de explosivos en los alrededores del centro urbano de San José de Apartadó, causando terror en sus pobladores.
Los días lunes 11 al sábado 16 de febrero de 2013, según informaciones de campesinos que lo presenciaron, varios camiones transportaron a paramilitares procedentes del departamento del Chocó quienes ingresaron a las bases de Piedras Blancas, Zunguito-carretera y Nuevo Antioquia, atravesando por sitios donde constantemente existen retenes militares y de policía sin que éstos los detuvieran.
El jueves 14 de febrero de 2013, hacia las 9:30 horas, se presentó un combate entre los militares acantonados en la base militar de San José y guerrilleros de las FARC. Según informaciones de los medios locales, dos militares resultaron heridos. Este mismo día, hacia las 12:35 horas, dos helicópteros sobrevolaron el área, mientras uno recogía los heridos el otro ametrallaba la zona dejando caer sobre varias viviendas de civiles vainillas de gran tamaño, calibre P50. Varios campesinos han manifestado la preocupación por estos hechos los cuales ponen en riesgo sus vidas. Mientras tanto soldados del Ejército Nacional se han acercado a las viviendas de varios campesinos preguntando si no tienen pesar de los niños, lo cual se entiende como una amenaza por parte de la fuerza pública hacia el campesinado.
El lunes 18 de febrero de 2013, hacia las 10; 30 horas, un grupo de paramilitares fuertemente armados ingresaron a la vivienda de un miembro de nuestra Comunidad de Paz en la vereda Arenas Bajas, manifestando que van a ir desplazando al campesinado de la zona al igual que a las familias de nuestra Comunidad; que ya tienen todo coordinado con la fuerza pública para ello. Este mismo día se presentó un tiroteo en el filo del sitio conocido como El Barro, en la vereda Mulatos.
El martes 19 de febrero de 2013, hacia las 3:00 horas de la madrugada, un grupo paramilitar entró a una vivienda ubicada en la vereda la Miramar del corregimiento de San José, allí tumbaron la puerta de la casa a patadas, destruyeron la vajilla de cocina, dañaron prendas de vestir de la familia y amenazaron de muerte a la niña ROSALBA GONZÁLEZ, de 14 años, por espacio de hora y media, colocándole un cordón y una navaja en la nuca, obligándola a desplazarse de la región y anunciándole que si la volvían a ver por allí, la matarían. Allí, nuevamente profirieron amenazas contra nuestra Comunidad de Paz, afirmando que esa HP de Comunidad de Paz es una manada de guerrilleros a quienes van a exterminar y mostrando una lista de personas del corregimiento a quienes tienen que asesinar. Este mismo día el grupo paramilitar se dirigió a la base de Piedras Blancas; al regreso se llevaron al reconocido campesino de apodo “CHILAPO” a quien torturaron destruyéndolo parte de su nariz con un alicate con el cual lo obligaron a caminar, además de recibir varios garrotazos en la cabeza; después de las torturas lo obligaron a cavar su propia sepultura. Algunos civiles que se enteraron de la intención de asesinarlo intercedieron por el campesino logrando que minutos más tarde los paramilitares lo dejaran en libertad a la altura de la vereda Caracolí del corregimiento de Piedras Blancas del municipio de Carepa.
El jueves 21 de febrero de 2013, un grupo de paramilitares hizo presencia en cabeceras de la vereda La Esperanza, exactamente en el punto conocido como “los Arteaga”. Venían de la base paramilitar de Nuevo Antioquia y recorrieron las veredas de Playa Larga, El Porvenir y La Esperanza, ésta última donde existe un asentamiento de nuestra Comunidad de Paz.
El viernes 22 de febrero de 2013, hacia las 10:30 horas, se registraron enfrentamientos al parecer entre tropas del Ejército Nacional y guerrilleros de las FARC en el corregimiento de Los Mandarinos. Según informaciones de los campesinos, dos soldados resultaron muertos.
El sábado 23 de febrero de 2013, hacia las 1000 horas, en la vereda La Esperanza, un grupo paramilitar ingresó a la vivienda del campesino CRISTÓBAL, a quien amenazaron junto con su familia y le advirtieron que era mejor que se fuera de la zona, que no lo querían ver más por allí. Ese mismo día este mismo grupo paramilitar entró a varias viviendas de la vereda El Porvenir, aledaña a la vereda La Esperanza, y se llevaron los alimentos de las casas. En ese grupo iba el reconocido paramilitar alias “PANELO”.
El mismo sábado 23 de febrero de 2013, a las 20:30 horas, un miembro de nuestra Comunidad de Paz recibió una llamada por parte de un sujeto que no se identificó, para advertir que estaban planeado una masacre contra la Comunidad de Paz; que el objetivo eran los líderes y que cuidaran a los niños, que no los dejaran en la calle, pues de lo contrario correrían la misma suerte y serían asesinados. La llamada la hicieron, según lo afirmaron, desde la vereda Miramar, lugar donde han estado presentes los paramilitares recientemente en estrecho compartir con tropas del Ejército.
El domingo 24 de febrero de 2013, hacia las 15:50 horas, un grupo paramilitar llegó a la vereda La Esperanza, a la finca propiedad de nuestra Comunidad de Paz, preguntando por los líderes de la Comunidad de Paz. La presencia de los paramilitares, tanto en la vereda El Porvenir como en la vereda La Esperanza, ha colocado en situación de confinamiento a tres familias, dos de ellas de nuestra Comunidad de Paz, a quienes les tienen prohibido salir de sus casas. Los mandos militares contactados a nivel nacional por otras instituciones del mismo Estado, aseguran que en la zona “no hay presencia alguna de paramilitares”. Es la respuesta rutinaria con que la Brigada XVII, desde el General Rito Alejo del Río, ha respondido a toda denuncia.
El lunes 25 de febrero de 2013, hacia las 7:00 horas una comisión humanitaria de nuestra comunidad de Paz se desplazó a las veredas El Porvenir y La Esperanza, con el fin de proteger a las familias retenidas y amenazadas por los paramilitares. Hacemos responsable al Gobierno Nacional por lo que allí pueda pasar con la comisión humanitaria de nuestra Comunidad.
Nuestros clamores ante el Gobierno han sido en vano. Ante estos hechos se hacen los sordos y los ciegos, eludiendo toda responsabilidad y permitiendo que los paramilitares actúen como criminales con pleno aval de facto del Gobierno.
Acudimos una vez más a la solidaridad nacional e internacional y pedimos a aquellas personas y organizaciones que aún guardan respeto por las normas del derecho internacional humanitario, para que exijan a las autoridades colombianas la salvaguarda de la vida y la integridad de nuestra Comunidad de Paz y de la población de nuestro entorno.
Comunidad de Paz de San José de Apartado
25 de febrero de 2013