Hace quince días dejamos constancia ante el país y el mundo de la manera como continúan actuando las estructuras paramilitares en nuestro territorio, en las bases donde siempre han estado desde hace años protegidas por la fuerza pública y todas las demás autoridades del Estado. Hemos denunciado los hechos concretos a través de los cuales dichas estructuras ejercen el terror contra nuestra Comunidad de Paz y contra el campesinado de la zona. Sin embargo, el Gobierno y los medios siguen engañando al mundo al afirmar que ya no existen paramilitares sino grupos de delincuencia común sin ninguna relación con el Estado.
Hoy nuevamente queremos dejar constancia de nuevos atropellos:
* El miércoles 12 de octubre de 2011, hacia las 19 horas, en la vereda La Resbalosa un avión disparó ráfagas contra las viviendas de miembros de la Comunidad de Paz. Dos ráfagas cayeron en el patio de la casa de un integrante del Consejo Interno de la Comunidad y esto llevó a que las familias tuvieran que salir apresuradamente en la noche a refugiarse en otros sitios, para escapar al bombardeo indiscriminado que estaba perpetrando el Ejército, como crimen de guerra.
* El sábado 15 de octubre de 2011, hacia las 9 horas, paramilitares realizaron retenes en la entrada de la vereda Batata, aledaña a varios asentamientos de nuestra Comunidad de Paz; hicieron empadronamientos ilegales y le dijeron a los pobladores que a quien no conozcan ni trabaje con ellos, lo van a matar.
* El domingo 16 de octubre de 2011, hacia las 15 horas, en la vereda La Esperanza, adscrita a nuestra Comunidad de Paz, paramilitares de Nuevo Antioquia abordaron a un grupo de jóvenes que jugaban; les dijeron que eran guerrilleros y auxiliadores de la guerrilla,; los amenazaron y los conminaron a trabajar con ellos si quieren permanecer en la zona.
* Entre las semanas del 10 al 23 de octubre de 2011, se han realizado diariamente fumigaciones indiscriminadas en las veredas La Resbalosa, Alto Joaquín y Puerto Nuevo, asentamientos de nuestra Comunidad de Paz, dañando cultivos de pan coger, matando por intoxicación a animales y dejando en grave riesgo la vida de la gente, pues dichos venenos han contaminado las aguas, obligando a la gente a tener que buscar en otras veredas los mínimos recursos para su supervivencia.
Todo este cúmulo de hechos sigue revelando la injusticia y el talante criminal de unas instituciones que se amparan en la total impunidad que caracteriza a este Estado. Se bombardea a la población civil mientras las bases paramilitares, que practican el terror en nombre del Estado y cometen todo tipo de crímenes, son protegidas. El Gobierno sigue atentando contra la vida y la supervivencia de la comunidad y del campesinado de la zona. ¿Hasta cuándo?
Por nuestra parte continuaremos con firmeza defendiendo la vida y dejando constancias de todas estas atrocidades. Algún día los criminales serán juzgados y sancionados.
Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Octubre 26 de 2011