Continuamos dejando constancias ante el país y ante el mundo, pues cada semana las agresiones contra nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se están multiplicando. El Estado, en sus diversas instituciones, a los ojos de algunos se muestra cada vez más sordo y ciego a los clamores de las víctimas; a los ojos de otros refina su represión en estrecha unidad de acción con los paramilitares y las bandas que hace aparecer como delincuentes comunes. El resultado es el mismo: sus planes de exterminio de la Comunidad de Paz avanzan con la misma perversidad que han demostrado desde hace catorce años. Sin embargo, en medio de esta oscuridad, seguimos creyendo en la Vida mientras nos vemos asediados por la Muerte. La memoria de nuestras víctimas camina con nosotros como energía inconmovible de resistencia. Sabemos que ante tanta muerte la esperanza de la vida pareciera hundirse, pero no es así; por el contrario, cobra más fuerza. En diversas partes del mundo esta fuerza de paz y de resistencia civil se hace más firme que nunca. A esos militantes de la paz y de la justicia van nuestras constancias; a aquellos que poseen esa inquebrantable fortaleza y que se identifican con la energía de la Vida y de la Justicia.

·        El miércoles 27 de abril de 2011, hacia las 11:00 horas, tropas del Ejército Nacional le destruyeron una hectárea de arroz a ARSENIO DÍAZ, en la vereda Mulatos-Cabecera. De igual forma están utilizando su  finca como helipuerto, sin pedirle autorización, destruyendo así otras cosechas que son bienes de supervivencia de su familia, en abierta infracción al Derecho Internacional Humanitario.

·        El viernes 29 de abril de 2011, hacia las 6:30 horas, fue asesinado en la vereda Mulatos/ Cabecera el joven MANUEL DE JESUS MORA, de 18 años. Se encontraba en su casa, cuando los vecinos escucharon tiros de fusil y al acercarse a inspeccionar lo encontraron muerto de dos tiros de arma larga. Manuel había aparecido en las listas de personas en la mira que los paramilitares habían leído el 25 de abril en la vereda Caracolí, lugar habitual de presencia del Ejército. También el día anterior se había presentado en su casa, hacia las 8:00 horas, un hombre encapuchado quien se alejó momentos después sin decir nada. De  igual forma, miembros del Ejército Nacional habían preguntado esa semana por él y en el momento del asesinato se encontraban acampando a unos 300 metros de la casa de Manuel. La comunidad ayudó a la madre de Manuel a llevarlo a su casa y velarlo allí, donde fue sepultado el sábado 30 de abril. Nuestra mayor solidaridad con su familia.

·        El sábado 30 de abril y el domingo 1° de mayo de 2011, en horas de la mañana, se presentaron  combates en las veredas Arenas y  Bellavista,  causando gran terror en la población civil que habita en esos asentamientos. También en la carretera que conduce de Apartadó a San José se escuchó un gran estruendo y los medios de comunicación informaron que se trataba de una bomba contra un camión del Ejército. Esto evidencia una vez más la agudización del conflicto y a nadie se le oculta que la presencia enorme de tropas y la construcción de un búnker para la Policía en medio de la población civil, en contra de lo ordenado por la Corte Constitucional, sumado a la presencia de al menos seis enormes bases paramilitares en la zona, atrae también a otros actores armados y pone en alto riesgo la vida y la integridad de toda la población civil del entorno.

·        El domingo 1° de mayo de 2011, hacia las 8:00 horas, fue detenido por miembros del Ejército, en la vereda Arenas Altas, ELIÉCER GUZMÁN, integrante de nuestra Comunidad de Paz y en otro tiempo miembro de nuestro Consejo Interno. Los militares lo insultaron; le dijeron que era un guerrillero y que esa h. p. comunidad de paz era guerrillera. Luego de someterlo a afrentas, le dijeron que donde lo volvieran a ver lo matarían.

·        El lunes 2 de mayo de 2011, hacia las 16:00 horas, cuatro miembros de nuestra comunidad fueron empadronados por tropas del Ejército en el sitio conocido como Chontalito, entre San Josecito y Mulatos, en flagrantes violación de lo preceptuado por la Corte Constitucional. Allí les tomaron fotos y los colocaron frente a un encapuchado a quien los militares le preguntaban por cada uno y él respondía haciendo con la cabeza signos negativos, luego de lo cual los dejaron en libertad.

Nos asiste la convicción de que mucha gente, en muchas zonas del mundo, está caminando con nosotros solidariamente en una resistencia espiritual frente a toda esta barbarie, apostándole a la Vida contra la Muerte, animándonos a construir espacios distintos a los de la guerra; desde la paz; desde la no violencia; como forma esencial de crear solidaridad y transparencia y por ende un mundo real de Justicia y de Vida.

COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO

Mayo 4 de 2011