La Comunidad de Paz de San José de Apartadó quiere dejar constancia histórica de las amenazas que nuevamente se hacen contra el proceso, en esta ocasión por personas que utiliza el ejército y que andan con ellos en las diversas muertes y acciones contra la comunidad, los hechos que ponemos a consideración son:
– El día 27 de mayo hacia la 1 p.m. fue abordado en el terminal de transportes un miembro de la comunidad por Elkin Tuberquia William Montoya y los hermanos Cardona. El señor Elkin Tuberquia comenzó a hablar contra líderes y acompañantes de la comunidad diciendo que estaban involucrados en la muerte de Henry Tuberquia (asesinado por la guerrilla el 15 de diciembre de 2001) y de Carlos López asesinado por la guerrilla el 13 de agosto de 2005), que los líderes y acompañantes tenían que pagarla muy caro, que el resto de la gente podía estar tranquila. Agregaba que él sabía todo de la comunidad, que era guerrillera y manejada por ellos, que si la comunidad llegaba a denunciarlo en algo le iba salir muy caro a la comunidad, que se atuvieran a las consecuencias. De igual manera comentó que estaban entrando a Nueva Antioquia con el ejército y que sabían del retorno allí y que no iban a permitir esto, que ellos estaban entrando allí seguido con el ejército, así mismo que sabía todo lo que la comunidad hacía cuando se reunía el consejo; afirmó que ellos tenían a la comunidad en sus manos y podían hacer lo que quisieran cuando quisieran. Repetía constantemente que la comunidad solo era amiga de la guerrilla y le tapaba todo mientras que al ejército lo atacaba con denuncias. Después de reiterar lo anterior constantemente se fueron.
Es de recordar que el señor Elkin Tuberquia fue detenido y torturado por el ejercito el 12 de marzo de 2004, dejado en libertad y recapturado el 22 de diciembre de 2004. Fue presentado por el ejército en la masacre del 21 de febrero de 2005 como testigo diciendo que Luis Eduardo y Alfonso eran guerrilleros que querían desertar y que por ello fueron asesinados por la guerrilla, además que fue la comunidad la que hizo asesinarlos cuando ellos no estaban de acuerdo con la comunidad, hablaba de haber recibido llamadas de Luis Eduardo y Alfonso semanas antes para desertar. Además de estas mentiras que fueron colocadas en todos los medios de comunicación del país, el señor Elkin fue llevado el 8 de marzo de 2005 ante las embajadas acreditadas en nuestro país para dar la misma versión, de igual forma fue llevado en un debate de la cámara de representantes en el mes de mayo y junio para repetir esta versión y además de ello acusar al padre Javier Giraldo, a la comunidad y acompañantes de la comunidad de guerrilleros, allí mismo aceptó haber sido torturado por el ejército, y el padre pidió que por todo esto que decía fuera asumido por la Cruz Roja Internacional para ser atendido pues había pasado de ser torturado y víctima a victimario y no tenía libertad de expresión.
El señor William Montoya realizó amenazas de muerte contra un campesino el 21 de mayo de 2005, así mismo el 21 de julio realizó amenazas contra líderes de la comunidad en especial contra líderes de Arenas (amenazas que meses después se cumplieron), el 10 de julio torturó a Samuel Mora, labor que volvió a repetir con él y con Pedro Guisao el 15 de septiembre, en todas las ocasiones siempre ha ido con el ejército. Los hermanos Cardona estuvieron en un montaje de combate donde fueron asesinadas seis personas algunos presumiblemente milicianos, así mismo el 31 de diciembre a las 12 a.m. realizaron amenazas contra la comunidad.
Es evidente este accionar paramilitar para amenazar y luego asesinar, nuevamente nos amenazan y han sido personas que trabajan en acciones sucias del ejército, nunca han sido investigados como se pidió a la fiscalía, al congreso, a la procuraduría, siempre mintiendo para poder justificar sus acciones contra la comunidad, y amparados por el ejército como lo evidencian los hechos y como ellos mismos lo confiesan. Nos preocupa enormemente las amenazas que han realizado contra líderes y acompañantes, así como la amenaza contra el retorno que estamos preparando a la vereda la Esperanza, pedimos de nuevo la solidaridad nacional e internacional para que este nuevo accionar de muerte contra la comunidad por parte de la fuerza pública utilizando a estar personas con quien andan no se realice.
Agradecemos nuevamente el apoyo y la solidaridad a nuestro proceso, es claro que no cederemos nunca ni la muerte ni a las amenazas de ninguno de los actores armados, seguiremos fiel a nuestros principios de vida y solidaridad.
COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO.
Mayo 30 de 2006