Las últimas semanas y los últimos días nos han llegado diversas invitaciones de la fuerza pública para realizar reuniones en relación con la seguridad de la comunidad, así mismo el gobierno el 25 de mayo decía en San José que la comunidad eran ya sólo 20 familias y que ya estaba acabada, invitándola a que se uniera a la lógica de Urabá, mostrando con ello indudablemente un total descaro frente a la verdad, el terror y muerte que hemos vivido en estos años.
Las declaraciones de tres paramilitares, de Don Berna y del capitán Gordillo reafirman la verdad de las víctimas: el ejército en accionar conjunto con los paramilitares había realizado la masacre del 21 de febrero de 2005. Todo este proceso de salir la verdad desde estos victimarios está intentando ser callada por esa lógica paramilitar que emana desde el gobierno y es de encubrir la muerte y el terror que impera en nuestro país desde la lógica paramilitar.
No nos ha sido extraño este silencio que se pretende imponer a la verdad, pues ha sido la constante en estos once años, la impunidad es lo que ha reinado en más de 174 víctimas de nuestra comunidad y más de 650 violaciones de derechos humanos, las acciones de muerte es lo que impera en Urabá y la paramilitarización de todos los espacios del diario vivir.
El cinismo de un gobierno de la fuerza pública no tiene límites, pues hablan de la seguridad de la comunidad cuando buscan por diversas formas acabarnos, nos hacen montajes judiciales, nos calumnian, nos amenazan, el paramilitarismo actúa abiertamente con la fuerza pública, la inversión social como arma para dividirnos. Durante años hemos dejado constancia y la realidad sigue igual las bases paramilitares con el ejército y la policía son los que imponen el "orden" del terror.
Nueva Antioquia es un reflejo claro del estado paramilitar que vive nuestro país, ya que son los paramilitares quienes regulan la alimentación, dicen quienes pueden vivir en la zona, son los que solucionan los conflictos sociales, regulan la economía, siembran coca, se adueñan de las tierras, ellos en una palabra lo dicen todo: somos el estado, y tiene la razón pues todas las instituciones están a su servicio, la fuerza pública defiende y acompaña esta lógica asesina.
Esta realidad la hemos dejado como constancia por meses y sin embargo sigue igual en los Mandarinos, en los barrios de Apartado, por San José, se pretende mostrar una realidad en el papel del respeto a la vida pero la realidad es totalmente distinta es la realidad de la muerte y para ello se requiere de ese "orden" paramilitar.
Ante este descaro seguimos firmes en nuestras convicciones en forma testadura por la vida, por la tierra, por acciones civiles y en búsqueda de una paz real, con una realidad de justicia y verdad. Por ello nos mantenemos en firmeza ante nuestros principios de neutralidad con los actores armados, en la consolidación de los retornos y en no cederle ni un espacio a los asesinos a los sembradores de la muerte por ello es que no nos podemos reunir con ellos, es una convicción ética y una exigencia universal, pues aceptar la injusticia de los victimarios es negar la posibilidad de dignidad de las víctimas.
Nos reafirmamos en la idea de volver a la concertación de las medidas provisionales de la Corte Interamericana con el gobierno, el cual rompió en forma unilateral dicha concertación, pero es necesario que restablezca la confianza ante tanta acción de muerte que ha realizado y por ello es necesario que se rectifiquen los señalamientos que ha hecho el gobierno contra la comunidad, el respeto de las zonas humanitarias, una evaluación de por qué no ha funcionado la justicia y la no presencia de fuerza pública en medio de los espacios de la población civil de la zona.
Sabemos que la historia nos seguirá dando la razón que la mentira y el
cinismo de los victimarios ira cayendo cada día como ha venido ocurriendo, sus mentiras y su accionar de muerte será juzgado por la humanidad y este país tomado por el paramilitarismo no podrá arrasar con la dignidad y la verdad de las víctimas.
COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO
Mayo 27 de 2008