• Foto. Como prueba del fuerte control paramilitar de las AGC, esta bandera está siendo instalada por ellos mismos en muchos lugares de Urabá.

De nuevo nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó acude al país y al mundo para dejar constancia de las últimas agresiones que padecemos como Comunidad  y en nuestro entorno social. El control paramilitar sobre la población civil, no parece tener fin, al contrario, se prolonga en el tiempo, amparados por las fuerzas de seguridad del Estado. Los hechos que dejamos para que la humanidad y la historia algún día juzguen son los siguientes;

·       En las primeras semanas de Agosto de 2022, nuestra Comunidad tuvo conocimiento de la presencia de una comisión integrada por ingenieros y topógrafos, entre otros técnicos, en varias veredas del corregimiento de San José de Apartadó, entre ellas las veredas de Mulatos, el Porvenir y La Esperanza. Dicha comisión tuvo como objetivo replantear y definir las rutas por donde se construirán carreteras en dichas veredas, cuya inversión sería privada. En sus recorridos afirmaron que el proyecto “es ya un hecho”, o sea que las vías se van a construir, “sí o sí”, ya que las necesitan con urgencia para la explotación de carbón y de otros minerales en la región, especialmente en la Serranía de Abibe.

·       El viernes 26 de agosto de 2022, German Graciano, Representante Legal de nuestra Comunidad de Paz, recibió una llamada de un integrante de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Unión, en la cual reafirma estigmatización como “sapos” a quienes suministran informaciones a nuestra Comunidad de Paz sobre hechos violatorios de los derechos humanos o sobre infracciones graves al derecho internacional humanitario cometidos por militares y paramilitares. Le advirtieron a nuestro Representante Legal en dicha llamada, que si nuestra Comunidad no dejaba de denunciar esos hechos, se presentarían a la Fiscalía a declarar que líderes de nuestra Comunidad tuvieron reuniones en el pasado con la guerrilla de las FARC. No podemos de otro modo, calificar dicha advertencia como un intento de amordazar y chantajear a nuestra Comunidad para que dejemos de denunciar violaciones graves a nuestros derechos y a los de la población civil de nuestro entorno. Todo esto, constituye un desatino incomprensible, muy probablemente inducido por quienes han actuado como victimarios durante años y no soportan que nuestra Comunidad y los pobladores de la región sigan exigiendo justicia. Esta nueva afrenta no se compadece con las innumerables agresiones en las que fuimos víctimas de la extinta guerrilla de las FARC con la que hoy se nos quiere relacionar. Las muertes selectivas y las masacres de nuestros hermanos y hermanas a manos de comandantes guerrilleros como es el caso de Danis Daniel Sierra alias Samir, antiguo comandante del quinto frente de las Farc, quien ha liderado una campaña de exterminio total contra nuestro proceso de vida, antes como comandante guerrillero y luego como reinsertado. A la humanidad y la historia hemos dejado en constancia durante estos largos años las acciones violentas y despiadadas que segaron vidas humanas, torturas, desapariciones, amenazas contra nuestra comunidad y pobladores de la región por parte de alias Samir y de algunos exintegrantes de las FARC y firmantes de los acuerdos de Paz que hoy gozan de beneficios jurídicos, económicos a la vez que hacen parte de las estructuras paramilitares. Y así sucesivamente, va creciendo la lista de crímenes perpetrados contra nuestro proceso campesino y contra otras víctimas en la región, sin que a la fecha se conozca la verdad, justicia y un mínimo de reconocimiento de responsabilidad por parte de las extintas Farc.

·       En la semana del 23 al 27 de agosto de 2022, una comisión de nuestra Comunidad, acompañada de organizaciones internacionales, en un recorrido por varias veredas del corregimiento de San José: Buenos Aires, Las Nieves, Mulatos Cabecera, Mulatos Medio y La Resbalosa, pudo comprobar la fuerte presencia paramilitar en esos territorios, ejerciendo un control total, portando armas, radios y trajes oscuros. También se pudo comprobar que en la vereda La Resbalosa, los paramilitares ocupan viviendas de la población civil sin autorización alguna de sus propietarios, como también los diversos puntos de control paramilitar ubicados estratégicamente a lo largo del territorio.

·       El jueves 25 de agosto de 2022, en el concurrido sector de La Navarra, en el centro poblado de Apartadó, el reconocido poblador de San José, y vecino nuestro, ALBEIRO GRACIANO, sufrió un terrible atentado que lo dejó entre la vida y la muerte, por sujetos armados que se movilizaban en motocicleta. Nos solidarizamos con el señor Graciano y su familia y deseamos su pronta recuperación, a la vez que reclamamos a las autoridades justicia, protección y reparación.

·       El viernes 26 de agosto de 2022, hacia las 16:00 horas, en la vereda La Resbalosa, en el sector conocido como Calzón Rojo, fueron abordados varios miembros de nuestra Comunidad por un reconocido paramilitar alias “El Gordito”, quien reiteró la orden de su superior advirtiendo que la Comunidad de Paz no podía seguir desarrollando ningún plan de siembra de cultivos de pan coger, anunciando que inevitablemente debían cesar de inmediato dichas actividades agrícolas.

·       El martes 30 de agosto de 2022, nuestra Comunidad tuvo conocimiento de que en la vereda La Unión, no solo algunos militares de la Brigada XVII que hacen presencia allí, efectivos del Batallón de Desminado del Ejército Nacional, sino además que niños menores de edad vienen consumiendo sustancias psicoactivas las cuales son suministradas con el beneplácito de los paramilitares.

·       El jueves 1º de septiembre de 2022, nuestra Comunidad recibió el testimonio de varios pobladores de la vereda Arenas Altas, en el cual manifiestan que los paramilitares reunieron a algunos campesinos y anunciaron la prohibición de la siembra de cultivos de pancoger, afirmando que, o se abstienen de sembrar, o asuman el pago de una multa de cinco millones de pesos, o tendrán que irse  de la zona si no quieren correr el riesgo de ser asesinados.

·       El sábado 3 de Septiembre de 2022, nuestra Comunidad tuvo conocimiento de un nuevo plan de asesinato contra un reconocido campesino de nuestra región, a quien, por intervención a tiempo de uno de sus familiares, advirtieron que tenía los días contados. De nuevo, la muerte acecha contra la población civil en las narices de las fuerzas de seguridad del Estado. La vida de este campesino está en peligro.

·       El domingo 4 de septiembre de 2022, nuestra comunidad fue informada que en el Corregimiento de San José se habría presentado otro caso de amenaza de muerte por parte de los paramilitares contra otro reconocido habitante de la región. Esta vez, alias Franco, reconocido paramilitar en la zona, se ufanó, afirmando que no era tan malo al no asesinarlo. La desdicha, cuando las vidas quedan a merced de sus victimarios.

·       El miércoles 7 de septiembre de 2022, se pudo confirmar en nuestra Comunidad, que el joven JUAN CAMILO HIGUITA ÚSUGA, asesinado en hechos ocurridos el pasado lunes 15 de agosto, habría sido degollado por sus victimarios y presentado como “ahogado” a sus familiares.

·       El sábado 10 de septiembre de 2022, hacia las 23:00 horas y por varios minutos, dos sujetos no identificados hicieron presencia dentro del caserío comunitario de San Josecito.

·       El lunes 12 de septiembre de 2022, un poblador de la región nos advirtió de un plan existente para atentar contra nuestra Comunidad de Paz, en cualquiera de los asentamientos comunitarios.

·       El martes 13 de septiembre de 2022, junto al asentamiento Comunitario de San Josecito, más precisamente sobre el predio comunitario de La Roncona, fueron vistos dos sujetos portando pistolas. Los sujetos, quienes se pasearon por el lugar durante varios minutos, y anunciando “ésta, está que vomita esquirla”.

·       El viernes 16 de septiembre de 2022, hacia las 16:30 horas, en la vereda la Unión en el corregimiento de San José de Apartadó, tropas militares se estacionaron por varios minutos cerca a la vivienda de Arley Tuberquia, miembro del Consejo Interno de nuestra Comunidad de Paz, el primero de la tropa en llegar, aviso por señas a los demás que tenían que tener los ojos puestos sobre dicha vivienda, acto seguido, un efectivo de dicha tropa militar con el arma de dotación empuñada apuntaba sobre la vivienda mientras el resto se estacionaba transitoriamente por dicho lugar. Estos hechos se dan en presencia de varias personas familiares de Tuberquia, quienes presenciaron en vivo tal actitud por parte de las tropas militares.

·       Nuestra comunidad, ha podido comprobar de sobra, que los militares que hacen presencia en la vereda la Unión, sin escrúpulo alguno, han permitido la presencia de menores de edad (niños), en sus actividades internas militares, como ha ocurrido cada vez que aterriza el helicóptero a las afueras del centro poblado de la Unión, la presencia en medio de militares fuertemente armados, niños que escasamente oscilan entre los 10 y 12 años. Qué vileza a la que ha llegado la fuerza pública.

En medio de las amenazas, los atropellos, y los anuncios de exterminarnos a como dé lugar, nos reafirmamos en nuestros principios y no cedemos en absoluto en nuestras convicciones,  así nos cueste la misma vida.

De nuevo agradecemos a quienes desde numerosos lugares del país y del mundo nos acompañan espiritualmente en nuestra resistencia.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó

20 de septiembre de 2022