Dejamos constancia de acciones en contra de nuestra comunidad que reafirman nuevamente las formas descaradas y de terror que se utilizan con el fin de poder exterminarnos, de distorsionar la realidad con el único fin de poder instaurar el proyecto paramilitar.

El gobierno nacional, en cabeza del Vicepresidente, el día 17 de junio, en Apartadó, realizó nuevamente afirmaciones mentirosas y que distorsionan la realidad omitiendo la verdad de la situación con el fin de encubrir y mantener un orden de muerte que es el que se vive en Urabá.

El Vicepresidente hizo afirmaciones que van en total contravía de la realidad de los hechos: planteaba que en La Holandita (San Josesito, lugar de la comunidad) los líderes tenían cohibida y oprimida a la gente; que la región había cambiado con la seguridad democrática; que la gente de la región estaba involucrada en los programas de inversión social cambiando la realidad de la zona, desapareciendo los actores armados. Así mismo, planteaba que en 2003 esos mismos líderes de La Holandita no dejaban entrar a nadie a San Josesito, obligando a la gente a esconderse; que ni un vaso de agua se le daba a la gente que venia de fuera; que en 15 años ningún alcalde había pisado San José.

Todas estas afirmaciones falsas demuestran que se oculta la realidad con el único fin de poder justificar la situación que hoy en día vivimos. No nos extrañan estas afirmaciones del gobierno nacional que acostumbra mentir con el único fin de poder realizar acciones de terror y exterminio.

Mintieron cuando el ejército asesinó el 21 de febrero de 2005 a ocho personas; se valió de desertores para hacer campañas de difamación de la comunidad, para cuestionar nuestro proceso tratándonos de guerrilleros. Sin embargo, la realidad, la historia ha demostrado que no mentíamos, que son los asesinos, los victimarios, quienes mienten y distorsionan la realidad con el único fin de poder implantar esa realidad de muerte que siembran diariamente.
Lamentamos que las afirmaciones del Vicepresidente hayan sido nuevamente para atacarnos y cambiar la realidad; que su memoria no le permita decir la verdad de los hechos. Se le ha olvidado que en 2003 y 2004 los paramilitares, en retenes conjuntos con el ejército, no permitían subir agua ni ninguna clase de alimentación, colocándonos en bloqueos totales. Se le olvidan los más de ocho desplazamientos y exterminios por parte de la fuerza pública contra veredas como Mulatos, las Nieves, la Esperanza, el Porvenir. Se le olvida cómo en reuniones con el mismo gobierno planteábamos la realidad sin que se hiciera nada; cómo le solicitábamos respeto y parar esas acciones de muerte. Los derechos de petición son testimonio fiel de las constancias históricas que se han dejado y que demuestran quién miente y quién dice la verdad. Tantas veces pedíamos asistencia  social y fue negada siempre, solamente llegó con el fusil  y con la opción de involucrarnos en la guerra, a lo cual decimos que no. Se le olvida cómo Gloria Cuartas, Alcaldesa de Apartadó, visitaba la comunidad siendo Alcaldesa, mientras los demás  alcaldes no quisieron ir a la comunidad en todos esos años, pues  sólo en 2005 lo hicieron, cuando entró la policía al caserío de San José desplazándonos.
Se le olvida que toda esa gente de la zona que dice estar ya en esa lógica de seguridad democrática, es gente que traen de otras zonas a los actos que organiza el gobierno, en buses llenos y repletos,  para fingir una realidad inexistente.
Se le olvida que la comunidad ha llevado este proceso por más de once años; que no se trata sólo de unos líderes; que si no fuera así, un proceso en libertad y conciencia habría sido ya exterminado con el asesinato de 17 lideres de nuestra comunidad, por parte de la fuerza publica con los paramilitares, y de la guerrilla.
Lamentamos que se distorsione la realidad y se mienta, olvidando decir la verdad de lo que pasa: la guerrilla se pasea en las veredas; los paramilitares junto con la fuerza pública hacen presencia también en las veredas y presencia permanente en Nueva Antioquia, Los Mandarinos y  San José.
Lamentamos que no se le dé importancia a las muertes que están ocurriendo en la zona, como tres personas asesinadas por la guerrilla en la vereda La Esperanza, la muerte de dos personas por parte de los paramilitares en Nueva Antioquia hace un mes y los continuos asesinatos en la región. La realidad que vivimos nos muestra algo distinto: vivimos una realidad de muerte y terror implantado por los actores armados: fuerza pública con los paramilitares, y la guerrilla.
La realidad es contundente: una inversión social que compromete con la guerra, con la muerte y con el exterminio y por eso no la aceptamos; una justicia que sólo genera impunidad y que de igual forma le decimos: no; unos actores armados: fuerza pública con los paramilitares, y la guerrilla, que buscan penetrarnos, acabarnos y exterminarnos, pero a los que les resistimos civilmente diciéndoles que no y que no daremos un paso atrás en nuestros principios de neutralidad, de solidaridad, de participación, de organización, de comunidad.
Sabemos que no son las últimas mentiras; están acostumbrados a hacerlas los sembradores de muerte; este es el ingrediente para su accionar de exterminio. Sabemos que seguirán distorsionando la realidad y acusándonos de cosas falsas, pero la verdad de las víctimas les mostrará poco a poco, como se ha hecho durante estos años, que no mentimos; que la construcción de un mundo alternativo y justo  sólo se hace con la verdad y la transparencia. Quien miente, oculta, y si oculta, tiene unos fines distintos de los de la justicia y de los de un mundo digno para todos.

COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO
Junio 20 de 2008