PERO NOSOTROS SEGUIMOS FIRMES EN LA SOLIDARIDA
La Comunidad de Paz de San José de Apartadó quiere dejar constancia de nuevas amenazas y acciones por parte de la fuerza pública; los hechos que dejamos a la historia y la humanidad son los siguientes:
– El lunes 31 de octubre a las 8 a.m. en Arenas Bajas fue detenido en su casa por el ejército el señor Fidel Tuberquia, allí lo insultaron diciéndole que era guerrillero y que lo iban a matar, luego entraron y se le llevaron el mercado y las gallinas que tenia, el comandante le dijo que si la guerrilla les llegaba a disparar venían y lo partían a pedacitos, luego de ello se retiraron de la casa.
– El sábado 29 de octubre a las 3 p.m. en la vereda de Arenas Altas (ubicada a hora y media de San Josesito) tropas del ejército detuvieron a un miembro del consejo interno que estaba recogiendo un arroz comunitario, le dijeron que era un guerrillero, que ese arroz era de la guerrilla que la comunidad de paz es pura guerrilla, finalmente le dijeron que cuando baje la presión la iban a cobrar bien caro
– El viernes 28 de octubre a las 5 p.m. miembros del ejército pertenecientes al Batallón Vélez entraron al caserío de la Unión, irrespetando la propiedad privada de la comunidad. Allí amenazaron a la comunidad diciéndole que pronto vendrían a quemar el caserío. Del kiosco comunitario dijeron que era el lugar de reuniones de la guerrilla con la comunidad y que allí la guerrilla hacía fiestas. Se quedaron como 45 minutos insultando a la comunidad y dijeron que a varios de la comunidad les iban a mochar la lengua vivos, que a la comunidad tarde o temprano la acababan.
– El jueves 27 de octubre a las 12: 18 p.m. 7 soldados del Batallón Vélez entraron al caserío de la Unión propiedad privada de la comunidad, allí comenzaron a decirle a las personas que estaban de la comunidad que le dijeran a la gente que se fueran sino querían pasarla mal, preguntaron por los líderes y como estaba organizada la comunidad, a lo cual la comunidad se negó, así mismo preguntaron donde vivía Wilson.
– El lunes 24 hacia las 11 a.m. en el terminal de transportes fueron abordados dos miembros de la comunidad por el señor Wilmar Durango, paramilitar que anda junto con el ejercito y les dijo que de nuevo estaba en la zona que no le tuvieran miedo que tenían que temerle es a Guachipín, William Montoya y Apolinar (según la fuerza pública reinsertados) que ellos están preparando un ataque contra la comunidad. Que él tenía la conciencia tranquila ya que el había participado en el asesinato de Yorbeli Restrepo pero que lo habían hecho por que se lo merecía y además el tenía el respaldo del Ejército (Yorbelis fue asesinada el 4 de octubre de 2004 por paramilitares en medio de la policía y el ejército)). Dijo además que le habían encomendado la misión de comenzar a presionar la comunidad en San Josesito para que salieran de allí y desvertebrar la comunidad en Arenas Altas como lo habían hecho en Mulatos, que ahora lo iban a ver más seguido andando con el ejército. El señor Wilmar Durango ha andado con los paramilitares, con el ejército y la policía.
Siguen las amenazas al igual que se hacían antes de la masacre de febrero donde asesinaron a LUIS EDAURDO GUERRA Y ALFONSO BOLIVAR con sus familias. Nuevamente nos anuncian que los paramilitares y la fuerza pública, en acción conjunta como siempre, nos van a sacar de las veredas donde estamos al igual que lo han hecho en otras veredas como Mulatos, Las Nieves, la Esperanza, Porvenir, la Resbalosa, veredas desocupadas desplazadas totalmente por el accionar de muerte del Estado. Hacen amenazas nuevamente contra líderes y la comunidad de la Unión. Pero nada de esto nos hará retroceder en nuestra búsqueda alternativa de otro mundo justo y en dignidad desde principios de neutralidad con los actores armados, solidaridad y trabajo comunitario. Es por ello que esta semana inauguraremos el templo ecuménico de la solidaridad donde fue asesinado nuestro líder LUIS EDUARDO GUERRA con su compañera y su hijo en Mulatos. Lo hemos llamado la solidaridad porque eso fue la vida de ellos la de Luis y Alfonso, hemos participado la comunidad en esta construcción sencilla pero desde el corazón de la memoria y es ecuménico porque los que construyen solidaridad tendrán cabida en este espacio ecuménico así como en la memoria de la vida de la resistencia civil. Una vez más agradecemos a todos su solidaridad y apoyo en todos estos momentos difíciles que no terminan y que buscan aniquilarnos.
Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Octubre 31 de 2005