Los diversos medios de comunicación hablan los últimos días sobre las verdades que siempre dijimos en relación a la masacre del 21 de febrero de 2005,  cuando el ejército asesino a ocho personas, siete de ellas pertenecientes a nuestra comunidad. La verdad ha salido a relucir cada día y ha mostrado como fue una masacre orquestada y dirigida contra la destrucción de nuestro proceso desde niveles muy altos del Estado, por ello la complicidad y la desviación de la investigación que se pretendió hacer desde el gobierno a este horror. Sin embargo estas informaciones que no son nuevas que solamente reafirman la verdad de lo que dijimos, muestran como si estos hechos de terror hubieran quedado en el pasado, lamentablemente la realidad actual sigue en las mismas circunstancias de muerte y terror con el amparo de las instituciones del Estado que callan y hacen total omisión.

Nos queda nuevamente la  obligación ante la historia de dejar  constancia de todos los hechos para que la verdad permita en algún momento a la humanidad juzgar todas estas atrocidades.

–          El 19 de agosto hacia las  8.45 p.m. se presentaron combates entre la fuerza pública y la guerrilla junto a San José, según informaciones de defensoría. El combate se prolongo por espacio de 15 minutos, San José se encuentra a diez minutos caminando de San Josesito lugar de la comunidad

–          El 17 de agosto hacia las 7 p.m. fueron asesinadas dos personas en Nueva Antioquia por los paramilitares, el ejército no permitía que la gente se acercara a reconocer a las personas. Es de aclarar que allí hacen presencia permanente, continua y de convivencia la policía, el ejército y los paramilitares.

–          El 14 y 15 de agosto 60 paramilitares con ropa camuflada y arma larga hicieron presencia en las veredas Playa Larga y la Esperanza (esta última perteneciente a nuestra comunidad y a cuatro horas de Nueva Antioquia), en la Esperanza llegaron a tres casas de miembros de la comunidad y preguntaron que donde estaba la guerrilla,  que ellos (los paramilitares) tenían que hacer salir a la gente de la zona si no trabajaban con ellos especialmente la gente de Mulatos, la Esperanza y Resbaloza, que tenían que realizar una acción contundente contra esa gente que era pura guerrilla. Después de ello bajaron nuevamente a Nueva Antioquia.

–          Desde el 3 de agosto el ejército realiza a la salida de Nueva Antioquia empadronamientos con toda la gente que baja a dicho caserío. Los paramilitares por su parte realizan dentro de Nueva Antioquia control de la alimentación, cobran impuestos a los productos que bajan los campesinos a vender, todo esto a la luz pública delante del ejército y la policía.

Los hechos hablan por sí mismos, demostrando que el actuar paramilitar sigue más vivo que nunca que las acciones de convivencia entre la fuerza pública y el paramilitarismo es total, que las acciones de guerra se mantienen en la zona colocando en grave riesgo a la población civil contradiciendo las falsas afirmaciones del gobierno que dice que es una región ya en calma y en paz.

Nos preocupan las amenazas de los paramilitares a los retornos de Mulatos, Resbalosa y la Esperanza que coinciden con las mismas amenazas hechas por los militares en días anteriores. Nueva Antioquia ha sido un bastión paramilitar durante muchos años con la complicidad del Estado y que ante las constancias que hemos hecho no ha realizado absolutamente nada, en el 2005 antes de la masacre denunciábamos ese accionar paramilitar y la fuerza pública y ocurrió días después la masacre. Los asesinos partieron de Nueva Antioquia en el 2005, hoy nuevamente desde allí las amenazas de muerte contra la comunidad se reafirman por estos asesinos sin que se haga nada. Las muertes continúan sin que se para el exterminio a la población civil.

Efectivamente se quiere implantar una paz de sepulcros a la que nos negamos rotundamente, pese a las amenazas, a la impunidad y las acciones de guerra, todo esto por el contrario nos reafirma y nos dan la razón en nuestros principios de neutralidad, de solidaridad, de no a la impunidad, de no a  la muerte y si a la vida.

Agradecemos la solidaridad nacional e internacional  que nos anima a continuar construyendo alternativas en medio de un conflicto armado que padecemos diariamente y que busca aniquilarnos.

COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO

Agosto 20 de 2008