Nuevamente nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de dejar constancia ante el país y el mundo sobre los últimos hechos de los cuales hemos sido víctimas por parte del paramilitarismo que sigue actuando a sus anchas en nuestra región, sin ser molestado por ninguna autoridad competente, pues cuenta con su apoyo económico y político, lo que lo hace fuerte para someter al campesinado a sus proyectos.
En la región de San José ya no se habla sino de carreteras, pero nadie se refiere a quién las está patrocinando ni a quién las está impulsando. No entendemos cómo es posible que un campesinado que ha sufrido tanto durante todos estos años por culpa de la guerra, que ha sufrido muertes, desapariciones, torturas, bloqueos económicos y despojo de sus tierras y de su territorio, ahora apoye a ese exterminador de la vida que tanto daño le ha hecho. ¿Acaso no recuerdan nuestros campesinos los horrores a que nos sometieron los paramilitares, la guerrilla y el ejército durante todos estos años de desplazamiento? Hoy es el mismo exterminador el que se quiere imponer; el que impulsa proyectos a favor de las empresas, en los cuales la población se ve forzada a participar o de lo contrario tiene que abandonar la zona.
Y ahora se quiere acusar a nuestra Comunidad de Paz de oponerse al “desarrollo” o al “progreso”, porque no permitimos que se construyan carreteras en las veredas al servicio de las empresas expoliadoras y de las estructuras que han asesinado a nuestros hermanos. La juntas comunales, seguramente manipuladas por los poderes perversos que nos dominan, están repitiendo las acusaciones de éstos: tratan de hacernos ver como “enemigos del desarrollo”; ¿no se dan cuenta que los enemigos del desarrollo verdaderamente humano y justo son quienes se dejan engañar por los ladrones y los asesinos y ponerse a su servicio? Están en una ceguera aterradora. Cómo quisiéramos que abrieran un poco los ojos¡ En ningún momento nuestra Comunidad de Paz se opone a un verdadero desarrollo o a que se construyan carreteras por las veredas y corregimientos, ese no es el problema, a lo que nos oponemos es a que eso se haga tapándole los ojos a los campesinos: se les oculta cuál es el verdadero interés en esas carreteras; se les oculta toda la ilegalidad con que las está construyendo: no hay consultas previas a las comunidades; no hay licencias ambientales; todo el proceso está dirigido por los paramilitares, o sea por quienes han asesinado a gran parte de nuestra población y la han desplazado, despojado, amenazado, estigmatizado y torturado o desaparecido; le cobran parte de los costos a los mismos campesinos bajo la modalidad de impuestos ilegales y extorsivos, envueltos en amenazas, pues si no los pagan se tienen que atener a tremebndas consecuencias; vinculan a la obra al ejército (Brigada XVII) alquilándole sus maquinarias, lo cual implica militarizar ilegítimamete obras que son de naturaleza civil, vinculando a las obras a una guarnición militar cuya historia está inundada de crímenes de lesa humanidad y el gobierno la ha protegido con una impunidad absoluta que hiere profundamente la consciencia de la humanidad entera. Cómo quisiéramos que las juntas comunales abrieran los ojos siquiera un poquito y no se dejaran arrastrar con fuertes vendas en los ojos a cometer tántos errores. Analicen cuál es el modelo económico que nos están imponiendo; miren, por favor, un pooco más allá de sus narices; quítense la venda y reaccionen como seres humanos conscientes y como gente que tiene un mínimo de principios éticos.
El campesinado está siendo profundamente engañado y puesto en contra de nuestra Comunidad para que defienda los intereses de los poderosos. Nosotros siempre hemos dicho que el campesino merece vivir en una zona donde se tengan unos verdaderos proyectos de desarrollo y no los que están impulsando los paramilitares, o ¿será que el campesino quiere que lo extorsionen y lo manipulen? No deberíamos ser tan ciegos frente al plan de exterminio. Todas esas vías deberían ser gratuitas -¿acaso no pagamos impustos todos los días y a todas horas cuando compramos algo?- Y todo debería ceñirse al menos a las normas legales que un mismo Estado corrupto ha aprobado, pero ni siquiera eso; pisotean sus propias normas, con tal que sus intereses se salvaguarden, pues nada más les importa.
Como Comunidad de Paz siempre vamos a rechazar este tipo de falso “desarrollo”,y falso “progreso”· ¿Qué clase de “progreso” es ser cada vez más sometidos a intereses ajenos de quienes nos han chupado la sangre durante tánto tiempo?
En estos últimos días en que las carreteras avanzan en la zona, un reconocido paramilitar, alias CRISTIAN, quien fuera miembro de las FARC-EP en esta zona y que seguramente sigue siendo beneficiado del programa de desmovilización del gobierno nacional, es ahora “el político” de esa estructura paramilitar. Este personaje viene reuniendo a la población civil de todas las veredas para imponer las tarifas de dinero que se deben pagar para apoyar la maquinaria de la Brigada 17 que construirá las carreteras.
Desde diversas instituciones del Estado se nos quiere callar para que silenciemos las complicidades de la Briada XVII y de la Policía con el paramilitarismo, pero es muy sospechoso que los paramilitares estén con tanto poder y actúen a sus anchas en la zona y además tengan en San José unas “ollas” de expendio de estupefacientes donde los niños ya están adictos a la droga. Los paramilitares viven allí, en medio de ejército y policía y extorsionan a los comerciantes. El mismo alias Cristian realizó una reunión con la población civil allí en San José, en medio de los militares, y no pasa nada; miembros de la policía y el ejército salen en las noches a comprar drogas allí en estas “ollas”. Pero piensan que la Comunidad tiene que callarse, no denunciar nada porque entonces la van a exterminar. Entonces ¿tenemos que callar? Jamás callaremos.
Los hechos ocurridos recientemente son los siguientes:

• El martes 13 de abril de 2021, en horas de la tarde, recibimos información según la cual el paramilitar WILFER HIGUITA, residente en la vereda la Unión de San José de Apartado, le habría robado $ 500.000 (quinientos mil pesos) a su propio hijo de no más de 15 años, dinero que se le habría encargado suministrar a la escuela de la vereda para realizar labores escolares. Este paramilitar no tuvo reparo en quitarle el dinero a su propio hijo, recursos que alguien habría donado para la escuela pero él lo tomó para sí y se lo gastó en licor en el casco urbano de San José de Apartadó.
• El jueves 22 de abril de 2021, en la vereda La Cristalina, el paramilitar conocido como “CRISTIAN”, desmovilizado de las FARC-EP y que ahora ejerce como “político” de los paramilitares en esta región, realizó una reunión con los pobladores de las veredas La Linda y La Cristalina, entre otras, según se dice, y habló por más de tres horas de la apertura de la carretera por estas veredas y al mismo tiempo anunció la tarifa que cada persona tiene que aportar mensualmente para mantener la maquinaria militar con que están abriendo la carretera. Al parecer las tarifas mensuales para las personas de menores recursos son de $ 200.000 (doscientos mil pesos) y de $ 400.000 (cuatrocientos mil pesos) para las personas con más recursos. Allí también anunció que todos obligatoriamente tienen que participar en la carretera y aportar dineros para sostener las máquinas. Según los pobladores, ellos habrían preguntado quién mantendrá la carretera en adelante, a lo que este paramilitar respondió que sería la misma gente, lo que quiere decir que los pobladores estarán obligados a mantener carreteras con altas cuotas de dineros mensuales.
• El viernes 23 de abril de 2021, por informaciones que llegaron a nuestra Comunidad de Paz, según las cuales el reconocido paramilitar alias CRISTIAN, quien supuestamente actúa como “político” de las AGC, reunió a las comunidades de LA INVASIÓN, ubicadas en la finca de la Alcaldía, además donde está acantonada la base militar en el casco urbano de San José de Apartado; allí este paramilitar, quien condujo la reunión coordinada por los paramilitares, manifestó que todo lo controlan ellos y que la gente de esa invasión debe ser controlada por menos personas, pues según él hay mucho desorden; al mismo tiempo se refirió a la problemática que afronta esa finca, donde están ubicados como invasores, pues el terreno pertenece a la Alcaldía de Apartadó. Al mismo tiempo sugirió prepararse para invadir la finca La Roncona, propiedad de nuestra Comunidad de Paz.
• El viernes 23 de abril de 2021, en horas del día, funcionarios de CORPOURABÁ que se encontraban por la vereda La Esperanza, manifestaron a nuestra Comunidad que la junta de acción comunal de esa vereda los habría parado en el camino por más de 15 minutos, y según ellos, les habrían dicho que por allí no dejarían pasar ni un solo palo o árbol de esa Comunidad de Paz, pues está impidiendo la entrada de las carreteras. Ligado a esto, estos funcionarios, quienes conocen la zona y saben cómo ha sido este tema de las carreteras, entraron a reprochar a nuestra Comunidad manifestando que ellos estaban contentos porque habían entrado su motos hasta la vereda; quedó claro que no les importa quién haga las carreteras, con tal que las hagan, y las entidades ambientales. como en este caso CORPOURABÁ, entran a apoyar la destrucción del ambiente con carreteras que no cuentan con ninguna licencia y además son impulsadas por paramilitares y militares. ¡Cómo se han degradado las instituciones¡
• En estos últimos días, nos hemos enterado que los paramilitares que controlan la región están amenazando a los pobladores saliendo por los caminos encapuchados y con armas largas, con brazaletes del ELN, dicendo que ellos no son paramilitares sino miembros del ELN y que la gente no debe caminar por los caminos después de las 6 pm o no responden. Un nuevo nivel de ficción: como ya son pocos los que desconocen los vínculos de los paramilitares con el Estado, ahora se quieren camuflar bajo el disfraz de supuestops enemigos del Estado (como miembros del ELN) para amenazar y someter.
• El lunes 26 de abril de 2021, en horas del día, escuchamos un audio en el que algunos presidentes de juntas de acción comunal convocan para el próximo sábado 1º de mayo de 2021 hacia la 10:00 horas, para reunirse con todas las juntas de acción comunal de San José de Apartadó y las del corregimiento de Nuevo Antioquia, de Turbo en la vereda La Esperanza. En la comunicación, realizada vía whatsapp, al parecer emitida por el señor César Jaramillo, se les informa a todas las juntas que los temas principales a tratar son el avance de las carreteras y discutir el comunicado que publicó nuestra Comunidad de Paz el día 23 de Abril de 2021. A dicha asamblea se convoca a todos los presidentes de las juntas de acción comunal, incluyendo la Asociación Campesina de San Jose de Apartadó – ACASA-, un abogado, el Personero de Apartadó, César Jaramillo, funcionario de FEDECACAO, y muchos medios de comunicación. Según algunas personas amigas, el objetivo central es desprestigiar a nuestra Comunidad de Paz y hacerlo por medios de comunicación que se presten para ello. En dicha comunicación también se anuncia que César Jaramillo ya agendó un encuentro con el segundo comandante de la Brigada 17 del ejército y pobladores en la vereda Playa Larga, con el fin de evaluar el avance de la vía que se está construyendo. Lo que sí es claro es que se busca cómo destruir nuestra Comunidad de Paz y para esto han sido invitados muchos funcionarios del Estado, para poner a la población civil en contra de los que no se someten a sus proyectos. ¿Por qué no se reúnen las juntas de acción comunal para rechazar el paramilitarismo?, o para preguntarle al gobierno ¿Qué está pasando con el campesinado que está tan abandonado? Por el contrario, se reúnen para defender los propósitos de los destructores de la vida. ¿Hasta donde hemos llegado?

Ya los paramilitares no hayan cómo intimidar a la población civil que vive en esta región; se utiliza toda artimaña de terror: primero entraron diciendo que llegaron para quedarse; después impusieron vacunas e impuestos obligatorios; después obligaron a la población civil a sostener “puntos” o informantes en las casas de su familia; después reorganizaron por la fuerza a la población civil; después empezaron a reclutar jóvenes menores de edad; después obligaron a todo mundo a someterse a sus directrices; ahora refuerzan todo eso con programadas invasiones con pobladores de la zona, para entrar a fincas de nuestra Comunidad de Paz, como en los casos de La Esperanza y la finca La Roncona; además en las veredas están utilizando el disfraz de que son miembros del ELN y a eso se le suma las entradas de las carreteras, obligando a todos los pobladores a aportar sumas de dinero para comprar combustible. Lo que sigue es que el campesino se canse de tanta opresión y termine vendiendo la tierra a las empresas, lo que en el fondo es el objetivo de todas estas violencias.
De nuevo agradecemos a todas las comunidades y amigos del país y del mundo que han creído en nuestra resistencia civil y pacífica y que además han sentido el dolor que sentimos a diario por la barbarie del Estado y sus paramilitares. Muchas gracias y les pedimos no cesar de exigir al gobierno colombiano el respeto a la vida y a la integridad de nuestra Comunidad y de la población campesina de nuestro entorno.
Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Abril 29 de 2021